No podría comenzar con algo más que no fuera agradecer, a todos, a mi esposo, a la vida en general, por darme la oportunidad de disfrutar tanto, divertirme tanto y por dejar que el día de mi boda fuera aún mejor de lo que podría haber soñado.
Sinceramente, organizar el Baby Shower de Abelito fue más estresante para mi de lo que fue organizar mi boda, y todo esto por una sola razón.. ME CASÉ CON EL MEJOR HOMBRE DEL MUNDO... de eso estoy segura, porque aún en el estrés del día anterior y con todo lo que esto conlleva, somos capaces de ver que todo se acomoda y por ayudarme (y casi organizar todo para que pasara el menor estrés del mundo) sin detenerse a pensar en si se haría tarde, si estaba cansado, etc.
Fue una noche en la que estoy segura que ambos nos sentimos rodeados de nuestros seres queridos, en el que compartimos parte de nuestra larga historia de amor con más personas y en la que los pequeños detalles que pudieron salir mal (coff coff si van a contratar un DJ me dicen para que no les recomiende al que contratamos coff coff) más que enojo nos dieran risa.
Bailé, me reí, casi lloré (¿Dónde estaban esos pañuelos desechables cuando se necesitaban?) y me dí cuenta de la imagen tan linda que tienen los otros sobre nosotros.
Fue una noche inolvidable con las personas que amamos (a los que por una u otra razón no pudieron estar presentes, sabemos que estuvieron con nosotros en pensamiento).
... del resto de nuestras vidas.
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