5/31/2019

Música para el corazón - Mamma Mia! Here We go again

Desde que vi (hace ya algunos meses) la nueva película de Mamma Mia! no dejo de pensar que mi Top 3 de musicales en Chick Flicks ha cambiado.

Luego de tan contundente declaración, por supuesto me toca aclarar que a Heath Ledger nadie lo mueve de su primer lugar con Can't take my eyes off you en 10 cosas que odio de ti. Por siempre y para siempre será mi escena favorita y sigo con los mismos deseos de una adolescente. De hecho, llegué a pensar en que fuera la canción principal de mi boda, sin embargo, quería que en la medida de lo posible las canciones principales fueran en español y pensé que usar una canción de Bunbury también era un lindo detalle para mi esposo.

Sin embargo, el segundo lugar ahora es ocupado sin lugar a dudas por Waterloo de Mamma mia! Here We go again, película en la que no comprendo (o bueno sí, pero me gusta vivir engañada) por qué no se enamora perdidamente de Harry. Me encantó la versión, la coreografía y sobretodo el personaje de Harry, el cual me parece muy transparente.

Así que desplazada y en tercer lugar queda... A little pray for you de La boda de mi mejor amigo (la original y no las cochinadas que luego hacen). Mi yo infantil-adolescente de hace muchos años se enamoró de George sin importar sus preferencias sexuales gracias a esa canción.


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Palabras y tiempo

Literalmente ayer leía palabras...



Las palabras perduran sobretodo en textos... justo por eso inicié este blog hace ya varios años, para que cuando estuviera en el futuro pudiera regresar y ver cómo pensaba, qué sentía y cuáles eran mis preocupaciones hace ya varios añitos.

El día de ayer leía por casualidad mensajes que le envié a una persona en el 2011 y hasta ese momento no recordaba con tanta claridad cómo me expresaba ni cuál era mi sentir entonces. El leerlo me hizo sentir rara, sin poder reconocerme a mi misma, sin embargo, también me hizo notar lo mucho que he madurado y cómo he transformado mi ser.

Nada mejor que el tiempo y las experiencias para cambiar, para madurar, para crecer como personas, para comprender mejor el sentir del otro. Y qué decirles de la experiencia de tener un hijo, los panoramas se amplían y las cosas que parecen graves e importantes no lo son, nunca lo fueron realmente, pero la inmadurez y las hormonas hacen que nos ahoguemos en un vaso de agua.

Ahora lo veo desde otra perspectiva, no recuerdo si ya lo había comentado aquí en algún momento pero trabajo con adolescentes, en especial los que se encuentran en su primer año de educación media (14/16 años en su mayoría) y en ocasiones me veo reflejada en ellos. Recuerdo a grandes rasgos cómo era yo a esa edad, los problemas a los que me enfrentaba, lo que sentía con respecto a las relaciones amorosas, a las calificaciones, a las ganas de ir contra el mundo y peleando por cuanta causa se atravesara...

Sé que no puedo auto-engañarme pensando en que "dedicaré mi tiempo a escribir en el blog", pero espero seguir escribiendo aunque sea esporádicamente, para poder ver el cómo soy ahora con 27 años, en comparación con la chica de 18 que escribía porque necesitaba expresarse, que inventaba cuentos que ahora invento con otro propósito pero no son escritos en este espacio.



... que escribí en el ayer.