Una de las cosas que más estereotipos tienen son las suegras, claro porque si eres hombre a la fuerza las tienes que odiar y si eres mujer tu suegra de seguro te odiará... odio esa clase de cosas.
La primera vez que iba a conocer a mis suegros recuerdo estar muy nerviosa, porque sabía que era algo importante y porque quería causar muy buena impresión ( de las cosas que más me pondrían triste es que la familia de la persona que amo me odiara o que no hubiera una buena relación). El punto es que desde que me enteré que los conocería los nervios comenzaron a aparecer, y no solo fue comenzar a pensar en que ponerme (si hubiera sido así sería una persona demasiado superficial para mi gusto) sino el comenzar a pensar en temas de conversación y una de las cosas que creo que ayudó muchísimo fue el que no era como un día de "conozcamos a la novia de mi hijo" sino que el centro de atención era mi cuñado... Gracias cuñado :D
Aunque las cosas en un principio no salieron como esperaba (porque claro, soy la persona más puntual del mundo y justo ese día tenía que llegar tarde) todo lo demás salió bien y fue algo muy bonito.
En ninguna relación anterior había platicado tanto con mi suegra como lo hago ahora, y puedo decir que en realidad es una persona que me cae muy bien, con la que me es fácil hablar y sí, es divertido, además es una persona de la que creo se puede aprender mucho.
Comencé a escribir esto por eso, por el no dejarse llevar por los estereotipos o por lo que otros dicen, por ejemplo, hay muchos que dicen "es que no es tu suegra o suegro, son los papás de tu novio" pero si a ti no te parece mal llamarlos de ese modo pues no veo cual sea el problema, y también el caso contrario, por ejemplo mis papás llevan mucho tiempo casados y nunca he escuchado que se refieran a mis abuelitas como suegras.
...tal vez de pequeña me dijeron demasiado que no me metiera en conversaciones de adultos.
Chio Ovilla
