Yo no grito

Y después de quejarme tanto...

Desde hace tiempo estuve escribiendo cosas sobre querer regresar a danza y no solo en el blog, sino también en Twitter y más lados, seguramente muchos de mis amigos ya estaban cansados de mi "Este año si me meto a danza", pero adivinen, ya lo hice.

Y como ya había pasado mucho tiempo en el que no hacía nada de ejercicio ahora me estoy muriendo de dolor muscular, aunque tengo una sonrisota en el rostro que nadie me la quita.

Ahora solo me falta aprender a gritar como lo hacen la mayoría de los bailarines porque en los años en los que estuve en danza antes nunca aprendí... así de triste.

...al fin hice algo.

Chio Ovilla

Valentina

Hacía frío y parecía noviembre, un día perfecto. El viento corría de una forma tan bonita, hojas que habían caído eran arrastradas por el viento haciendo Srshrrrr. 

Ella se levantó, antes de dormir no se había puesto calcetas, por lo que sus pies eran hielitos, intentó enrollarse en las  sábanas pero sabía que era muy tarde y no podía perder más tiempo, hoy era un día importante, se bañó, se cambió, su ropa era muy bonita, un vestido blanco con florecitas, unos botines cafés y una chamarra roja.

Salió de casa y caminó con el Srshrrrr de soundtrack, iba feliz, su corazón latía de una forma que no lo había hecho antes, una cuadra, dos cuadras, sentía algo así como una paz, tres cuadras, cuatro cuadras… In a boring room… yesterday you told me about the blue blue sky(8)…  algo así iba la canción que empezó a sonar, todo se veía tan bonito, tan iluminado, los colores del paisaje, me atrevería a decirlo eran perfectos. 

Olía a hot cakes, miel, churros y cajeta, a fresas con crema.

Ella seguía caminando, sin dejar de fijarse en todo lo que había a su alrededor, supo que se acercaba al lugar, vio un edificio, subió hasta el cuarto número 85, ahí habían varias personas, se dio cuenta de que era un hospital, una mujer estaba ahí con las piernas abiertas.

Sintió como comenzaba a desaparecer, poco a poco se volvió invisible, podía seguir viendo a la mujer y a los que estaban en el cuarto, pero estaba segura de que cada vez sería menos probable que la vieran, hasta que de pronto lo entendió. Estaba naciendo.

-Es una niña- dijo el doctor.

-Se llamará Valentina- dijo la mujer mientras veía a la bebé con todo el amor del mundo.

Chio Ovilla

El recuento de los daños

Y así fue como terminó mi quinto semestre en la universidad...




No recuerdo que esperaba al inicio de este semestre, solo se que se fue como agua entre los dedos. Cada vez estoy más cerca del fin y de terminar de realizar el plan que tengo desde la secundaría mas o menos.

Cosas vienen cosas van, como siempre, como todo en mi vida y en la de todos. Aprendí cosas nuevas (ir a la escuela y no aprender nada es tan productivo como una papa en una reunión entre presidentes) pero no solo en la escuela sino en todos los sentidos.

Espero poder escribir cosas nuevas en vacaciones, últimamente (como se darán cuenta) mis ideas son como gelatina que no cuaja, pero se que con descanso y dormir un poco más ya quedarán normalitas normalitas.





... dónde cada vez falta menos.

Chio Ovilla