Muchas veces recuerdo esos momentos...
Tengo cuatro hermanos, lamentablemente con dos de ellos no conviví demasiado a lo largo de mis 24 años de vida. Agradablemente tengo un hermano con el que he crecido y he pasado las diferentes etapas de mi vida, para comprender lo que en este post relato también es necesario saber que tengo un padre "estricto" por decirlo de alguna manera.
De pequeña muchas cosas me daban miedo, creo que esto ayudó para que de cierta forma ahora sea una persona que es algo torpe para relacionarse, en especial con personas mayores, y que tiene problemas cuando le llaman la atención. Desde pequeña, cada vez que alguien me regaña me dan muchísimas ganas de llorar; cada vez que me enojo, en lugar de expresarlo hablando me pongo a llorar; etc. Pero bueno, todo esto sirve para desarrollar una mayor empatía.
Una de las tantas veces que mi padre se enojó, por "teniendo razón" o no, recuerdo a mi hermano pequeño, quien supongo vio la preocupación en mi rostro, y lo que me dijo fue "vamos, te acompaño a hablar con él, así me regaña a mi también y a ti te regaña un poco menos".
Según recuerdo, el acompañarnos para "las regañadas" se volvió algo recurrente, quizás esa fue la única vez pero quiero creer que yo también lo apoyaba de esa forma.
... y surge una mezcla de mucha tristeza, impotencia y a la vez alegría ante el amor.
