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Todos tomamos decisiones desde que nos despertamos, decidimos por ejemplo si queremos apagar el despertador o seguir durmiendo, si nos levantamos con el pie derecho o con el izquierdo, también decidimos que es lo primero que hacemos al levantarnos...

Las decisiones que tomamos pueden ser conscientes o inconscientes, porque también somos capaces de decidir si ponemos atención a las cosas o dejamos que nuestro cuerpo actúe de forma automática, hasta cierto punto decidimos que nos importa y que no.

Pero... ¿qué nos lleva a tomar esas decisiones?, pueden ser muchas cosas (demasiadas diría yo), cansancio, aburrimiento, alegría, ganas de descubrir algo nuevo, ganas de permanecer donde estamos, muchas muchas cosas. Despiertas un día y te das cuenta que las cosas ya no pueden seguir igual, entonces tomas una decisión y cambia todo...