12/03/2014

Y al final...

Hay días en que mi tatuaje es de gran ayuda, porque cuando se me olvida lo veo y sé que...



Oficialmente mis clases en la universidad han terminado, estos cuatro años y medio se pasaron volando aunque también tengo la sensación de que soy muy distinta a la Chio que entró un día de agosto a su primera clase en la universidad en un salón equivocado (lo bueno es que nos equivocamos todos los del grupo), esa niña que aún creía que la vida era como en las películas y que debía confiar ciegamente en las señales del destino, para el día de hoy se que he madurado-

A lo largo de todo este tiempo conocí personas maravillosas, unas se fueron otras se quedaron y poco a poco se fueron agregando más, claro mis amigos de siempre (que son más mis hermanos que amigos) siguen conmigo y eso me ha hecho muy feliz.

Aprender no siempre fue de la manera fácil, a veces pasamos por periodos en los que todo es malo (bueno no tan así, pero en los que por más que nos queremos sentir felices y creernos que estamos felices no lo estamos) pero todo siempre se compone y todo tiene solución.

En lo académico no me fue nada mal, me siento orgullosa de lo que sé, de saber que a diferencia de algunos que solo obtienen calificaciones para pasar lo que más me importaba era hacer las cosas bien y por lo tanto aprender. Creo que si regresara el tiempo me enfocaría aún más desde los primeros semestres, pero se que también eso fue parte del proceso.

Ahora lo que viene es lo que da miedo, quizás lo que queda de este año pase dentro del rango de lo normal porque es como si estuviera de vacaciones... pero ¿y después? cuando llegue enero sabré que no tengo ningún horario que armar, que no debo preocuparme por la inscripción y tampoco esperar ansiosa el correo que me dice que estoy entre los primeros 10 promedios del semestre para poder inscribirme antes.  Ahora solo espero la graduación, el que me den los votos aprobatorios de la tesis, que sí ya casi termino y después no sé.

Los planes de toda mi vida vienen a ponerse a prueba, siento un cosquilleo de inseguridad al pensar en lo que haré, en lo que pasará. A veces me siento un poco sola al notar que otras personas no ven las cosas como yo las veo (quizás exagero, me adelanto demasiado y pienso el peor de los escenarios), pero por experiencia se que cuando siento que todo cambiará es que todo cambiará. Es complicado el tener ilusiones en algo y que ese algo o alguien no tenga las mismas metas que tú, pero sé que todo lo que vendrá será bueno, pase lo que pase.

Y pues nada, ahora creo que ya no tendré pretextos para actualizar mi blog, un proyecto que remodelé casi al iniciar la universidad (lo anterior estaba bien feo) y que espero siga por mucho tiempo.


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Chio Ovilla