Recuerdo como empezó todo, el día en que pedí tu número "solo para enviar un mensaje y avisarte que estábamos esperando a que nos abrieras la puerta"... en el fondo sabía algo, tal vez no lo pensaba como tal, pero sabía que tenias algo, que te me parecías muy atractivo, que me gustaba mucho tu acento, que me atraía lo inteligente que eres, entre otras cosas.
De todo eso ya pasó, al menos dos años y medio, y hoy se lo mucho que te amo, lo mucho que me encantas, lo mucho que me gusta estar contigo aunque hagamos berrinches, aunque discutamos por pequeñeces o por cosas grandototas, lo mucho que me gusta que estudiemos lo mismo y que tengamos opiniones diferentes sobre algunos temas, lo mucho que me gusta el que podamos hacer la tarea juntos y separados a la vez, lo mucho que me gustan nuestros fines de semana casi casi viviendo juntos.
Ya pasaron 16 meses desde la noche en que nos hicimos novios, en un parque después de haber caminado mucho, no pudo haber sido más perfecto, regresar al primer beso, a la primera vez que pasamos abrazados mucho tiempo, de la noche en que las cosas cambiaron y todo comenzó a ser perfecto dentro de su imperfección.
No pude haber tomado una mejor decisión que haberte enviado ese mensaje, que haberte puesto en gratis, que hablar contigo (porque además extrañamente siempre estabas ahí) cuando me sentía triste, feliz o algo me pasaba, que haber salido contigo esa noche, que haber vuelto a salir ese 29.
Me haces muy feliz amor... muchas gracias.
... sólo quise decirte lo mucho que te amo.
