4/14/2021

La tía "Minga"

 El paso de los años y las cosas que vivimos ayudan a ver todo con otros ojos...




Desde que era muy pequeña tengo recuerdos de mis papás hablar acerca de un personaje mítico que no conocí, no sé si aún vive o hasta cuando vivió, no tengo muy claro mi parentesco con esa persona, tampoco tengo una imagen de ella para tener referencias de cómo era físicamente, nunca he escuchado su voz, ni sé de sus gustos, lo único que se de ella, de acuerdo a las insinuaciones de mis padres (sobre todo de mi papá) es que estaba loca... sí LOCA.


Cuando me imagino a la tía Dominga siempre lo hago como una persona de unos 70 años, de baja estatura, complexión media, con cabello canoso y trenzas largas, usando siempre un mandil como los que usaba mi abuelita cuando cocinaba. No me la imagino sonriendo, más bien con una expresión de cansancio, molesta por el fuerte calor de la costa, usando huaraches, con los pies resecos y siendo muy trabajadora, molesta de aquellos que no eran tan trabajadores ni colaboraban tanto como ella lo hacía. 


¿Pero qué hacía la tía Minga para que uno pensara que estaba loca?... eso es lo más interesante. Desde que tengo memoria recuerdo a mi padre platicar y hacer referencia a ella (al parecer era tía de mi mamá, solo no sé si era familiar o tía por ser vecina o conocida) diciendo que no se levantaba temprano a hacerle el desayuno a su esposo para que este se fuera al rancho, sino que osaba dejarlo preparado desde un día antes y él solito tenía que servirse porque ella no se despertaba tan temprano. Cabe aclarar que la historia era contada con un tono de desaprobación, ya que al parecer lo que hacía la tía era reprobable. 


Por otro lado, lo que contaba mi madre de ella era que cuando iba a hacer pan (o memelas, no recuerdo bien), si se desesperaba, porque la masa no estaba quedando como debería de quedar, la tiraba al patio y la dejaba ahí. 


Cabe destacar, que crecí en una familia en donde los roles de género están definidos "a la antigüita" y antes no se cuestionaba el que fuera de esta manera. Poco después de que nací, mi mamá "decidió" que debía dejar de trabajar y dedicarse a la crianza y al hogar (a pesar de tener estudios superiores y de manera lógica pensar que el ingreso que podría aportar ella sería mayor). Así que durante toda mi vida he visto que la mayor responsabilidad de ella era "atender" a mi papá (sí, del tipo de preparar la comida, servirla, lavar platos, despertarse temprano para hacer cosas por él antes de que se fuera a trabajar, lavar, planchar, sacar su ropa, arreglar su cama, etc.), cuestiones que comencé a ver como naturales, ya que pensaba que seguramente así sucedía en todas las casas. 


Acepté la historia de la tía Minga como un mal ejemplo, como alguien que no se preocupaba por cuidar del otro. En casa me molestaba que siempre eran las cosas para mi papá primero (como si fuera el más importante de toda la familia y de ahí para abajo), también, me llegó a molestar que mi madre se preocupara por enseñarme a mi a lavar (no recuerdo nunca que le pidiera a mi hermano que lavara la ropa de todos), que me enseñara a mi a planchar (tampoco recuerdo a mi hermano haciéndolo por petición de mi mamá), y demás actividades. A mi hermano siempre le interesó ayudar en cuestiones como cocinar, etc. pero nunca se sintió como si mamá lo entrenara para su vida futura. 


Sinceramente llegó el punto en el que, cuando estaba en el bachillerato, me molestaba que alguien le sirviera la comida a mi novio (porque obviamente ese era mi rol)... cuando lo pienso ahora me da coraje. Pero vamos, eso era con lo que crecía y la manera en la que mi entorno me había educado. 


Después, el chip me cambió, era como si se me hubiera caído una venda de los ojos y dejé de ver a la tía Minga como la planteaban y comencé a verla como lo que era. Una persona seguramente cansada y sabedora de que su esposo era lo suficientemente capaz de tomar un desayuno y calentarlo (o no) para comérselo. ¿Por qué si el esposo se tiene que despertar a las 4 am para una actividad ella también tendría que hacerlo? La tía Minga era inteligente, no loca. 


Cuando mis cuestionamientos ante este tipo de creencias se hicieron más fuertes, obviamente a la persona que más molestaba era a mi madre. Dejé de hacer todo lo que me decía, a menos que también se lo pidiera a mi hermano, y lo único que recuerdo claramente que me decía era: "Ya verás cuando te cases, ahí te voy a ver, levantándote temprano para hacer desayuno", etc. Estas palabras,  por supuesto, me causaban mucha molestia, ¿por qué tú como madre desearías a tu hijo o hija tener un matrimonio en le que se repitan los patrones que claramente están mal en el tuyo y que ni a ti te gustan?


Más de una vez he escuchado a mi mamá quejarse de que no le gusta despertarse tan temprano, de que está preocupada porque a las 10 pm se dio cuenta de que ya no habían huevos suficientes para el desayuno de mi papá, porque debe planchar las camisas, porque no puede dormir en la tarde a gusto sin que la critiquen por ello, a tener que cocinar cosas que le gustan a papá aunque a ella no, a que le reclamen porque hace mucho una comida o deja de hacer otra, etc. Insisto, ¿por qué desearle lo mismo a tus hijos o hijas?


Creo que para ella, como para muchas otras personas es complicado imaginarse una realidad distinta a la que viven, han pasado tantos años en lo mismo que no conocen o no recuerdan más allá (en el caso de mi madre alrededor de 40 años). Por lo que, el que se le cuestionara el por qué las cosas se hacían de cierto modo o no, el que sintiera que alguien criticaba su rol y cómo tenía que cumplirlo, seguramente causaba molestia. Claro que esto lo comprendí hasta después. 


Sé que no puedo cambiar el mundo de mi madre, pero poco a poco he notado cómo se da cuenta de las cosas y su visión acerca de su rol cambia, lamentablemente solo ha cambiado eso, la visión. Porque sigue desempeñándolo. Desde años atrás (cuando estaba por terminar mi educación primaria) comenzó a crearse sus oportunidades de trabajo y la verdad eso me pone muy orgullosa de ella, porque tengo recuerdos de cómo trataban de desanimarla o le echaban en cara "el descuido de la casa" y, sin embargo, ella siempre ha seguido adelante. Tengo la esperanza de que, antes de que sea demasiado tarde, decida que va a actuar al respecto y realmente busque una felicidad completa. 


En mi caso, como es bien sabido en el blog (y para mi cuando lo esté leyendo al futuro) estoy casada, y las palabras de mi madre no se cumplieron. Mi esposo sabe que somos un equipo y aunque día a día trabajamos con quién colabora en qué, sabe que también tiene manos y que es muy capaz de hacer cosas que en otras épocas podrían estar pensadas solo para las mujeres. 


En mis tres años de casada nunca me he despertado temprano para hacer desayuno solo porque mi esposo va a salir a trabajar y estoy super a favor de dejar la comida lista desde una noche antes para ahorrar tiempo y des-mañanadas, la tía Minga estaría orgullosa. 





...sería muy triste que no fuera de esta manera.