12/31/2022

¡Adiós 2022! ¡Bienvenido seas 2023!

 Y como todos los años...



El 2022 termina tan rápido como comenzó. Se me hace irreal el paso del tiempo, por supuesto, había leído hace muchos años un artículo en donde explicaban el por qué los años parecen más cortos conforme vamos envejeciendo, pero estos últimos años me he vuelto cada vez más consciente de ello. 

Este año aprendí muchas cosas, viví momentos de mucha felicidad y momentos de muchísima tristeza. Sin embargo, si pongo en una balanza lo bueno y lo malo creo que tengo más cosas buenas que malas a lo largo del año. 

He continuado soltando más que otros años, he comprendido muchas cosas que antes no entendía de ninguna manera y me siento más libre (a pesar de estar en el mismo lugar físico que otros años.

El 2023 se viene como un año de transformaciones, así lo quiero y espero que todas tengan resultados positivos que me ayuden a ser mejor persona, madre, hija, etc. 




... o casi todos los años.

11/02/2022

¿Bailamos?

 Mi blog sigue siendo mi mejor lugar para guardar memorias...


Hace menos de una semana mi esposo y yo fuimos a la boda de una amiga muy muy querida. Abelito estaba invitado, pero decidimos no llevarlo porque sabíamos que no se la iba a pasar tan bien (a él no le gusta la música muy muy fuerte a menos que él la esté poniendo), por ello le comenté la situación y estuvo de acuerdo en quedarse en casa.

Hacía ya algún tiempo de que no íbamos a una fiesta tipo boda, XV años, etc., de hecho, la última vez que fuimos a algo así Abelito tendría unos 2 años así que me parece que no me recordaba arreglada de vestido largo, maquillaje y peinado.

Todo lo que he dicho anteriormente me sirve de contexto para lo que pasó a continuación y que no quiero que se pierda en mi memoria...

Resulta que cuando Abelito me vio ya lista y casi para salir solo soltó un: "¡Que guapa mami!" y seguido a eso me tomó de la mano y se puso a bailar conmigo para darme la vuelta y todo. Me pareció un momento tan lindo y llenó mi corazoncito de tanto tanto amor que pensé el guardarlo para siempre. Mi memoria muchas veces es mala, así que hoy que tengo un momento me he decidido a escribirlo en este espacio que es tan importante para mi y mis memorias. 


...momentos como ese se guardan en el corazón y en el blog. 

10/16/2022

55 cosas sobre ... Abelito

 Me encantan las listas. Esta afirmación ya la he hecho en repetidas ocasiones en este blog...




  1. Hago esta entrada ya que soy pésima atesorando recuerdos en libretas, etc. (la constancia no es lo mio en esa materia).
  2. Abelito cumplió 5 años y tuvo 3 fiestas (en el kinder, en la casa y en taekwondo) con temática de Harry Potter.
  3. Desde mayo del 2021 ha estado entrenando TKD y hasta el momento es cinta amarilla avanzada.
  4. Tiene un caracter muy amable y empático, así que en los combates lo noto muy preocupado por no lastimar al otro.
  5. Me dice "mami", "mamá" o "Rocío".
  6. Se sabe a la perfección mi número de teléfono (e incluso me ha llamado varias veces).
  7. Ahorita ve caricaturas como Bluey, Lucas la araña, Plaza Sésamo. 
  8. Antes era muy fan de Blippi, 44 Gatos, El reino infantil, etc.
  9. Le gustan mucho algunos youtubers como "Vlad y Nicky", "Los Guzmancitos", "Diana y Roma", Blippi, Toyshots.
  10. Utiliza muy bien la tablet y el celular, en ambos le gusta grabarse haciendo música o cantando. 
  11. Sabe leer palabras sencillas y demuestra mucha curiosidad al respecto.
  12. Le gustan mucho los cuentos, tanto que le lea como inventarlos.
  13. Cuenta chistes, adivinanzas y trabalenguas. 
  14. Sabe escribir su nombre completo y algunas otras palabras cortas.
  15. Sabe contar del 1 al 10 en español (en ese idioma cuenta mucho más), inglés, coreano e italiano. 
  16. Utiliza mucho las palabras "por favor", "gracias", "compermiso", etc.
  17. Llama a mis papás Tita y Tata.
  18. Y a mis suegros Abu Mary y Abu Abel.
  19. Considera a Fidel su amigo, lo carga, lo abraza y se preocupa por él.
  20. Se tomó muy bien la muerte de Pinta. 
  21. Le encanta ir a las iglesias (aún no entiendo muy bien por qué).
  22. En la iglesia se arrodilla a rezar y a hablar con Dios (tampoco entiendo muy bien, pero respeto sus intereses).
  23. Le gusta tocar instrumentos. 
  24. Le encanta disfrazarse.
  25. Le gusta que le lea Harry Potter y ha visto casi la mitad de la primera película.
  26. Le gusta preparar galletas, pastel, y muestra interés por la cocina.
  27. Dice que quiere ser astronauta y científico.
  28. Otras veces dice que quiere ser deportista. 
  29. Tiene una mochila de Minion porque eso fue lo que pidió para entrar al kinder.
  30. En la escuela se porta muy bien, la maestra nunca me da quejas de él y siempre me dice que se portó excelente.
  31. Le gusta mucho ir al Museo de la Niñez, al de Paleontología y al Zoológico. 
  32. Es fan de los niños héroes.
  33. Le gusta mucho escuchar el Himno Nacional Mexicano ya casi se lo sabe. 
  34. Casi nunca duerme siesta, pero cuando duerme le cuesta mucho despertar. 
  35. Le gusta mucho desayunar Choco Krispis con leche. 
  36. Ama las quesadillas.
  37. No come muchas verduras, solo si están escondidas en el caldo, en crema (como comida de superhéroe).
  38. Le encantan las milanesas (pollo, pescado).
  39. Le gusta el jugo de manzana y uva (le encantaba el de fresa pero una vez vomitó y ya no le gustó).
  40. Cuando vomitó le mandó un audio a su papá en la madrugada (casi llorando) en donde le explicaba que "se le escapó la comida".
  41. No le hemos puesto la vacuna contra el COVID (porque no tenía la edad suficiente) y espero que la siguiente semana ya se la hayamos puesto.
  42. No le gustan las vacunas. A menos que sean de juguete ya que le encanta jugar a que es doctor o paciente.
  43. Se sabe su tipo de sangre.
  44. Le gusta mucho ir a las plazas, a lugares de videojuegos y restaurantes con zona de juegos.
  45. Le gusta tomar chocomilk.
  46. Cuando vamos a los tacos los pide "de asada, sin verduras y partidos", por supuesto, acompañados de horchata.
  47. Le gusta mucho hacer "amigos" en los parques.
  48. Quiere ir al parque de Mario Bros, Harry Potter, Disney, Nickelodeon, etc.
  49. Si necesito que haga algo rápido le cuento hasta el 10 en italiano, es como un juego de a ver si logra hacer las cosas a tiempo.
  50. Seguimos haciendo colecho, y cuando le hablo de que duerma en su cuarto aún no le encanta la idea.
  51. Cuando tomo una siesta me deja hacerlo.
  52. Hablamos cuando necesitamos aclarar alguna situación o no estamos manejando bien las emociones. 
  53. Pone Headspace para dormir (y dice que lo ayuda a no estar estresado).
  54. Nos encanta darnos mimitos, besitos y amor en general.
  55. Es muy buen hijo. 




...Pasan los años y esto no cambia.

7/21/2022

Hermano (escrito el 5 de dic del 2010)

Creo que las personas que tenemos hermanos somos muy afortunadas, porque aunque tengamos amigos que son como hermanos, estos amigos no han estado en todo lo que los hermanos si.

Mi hermano y yo ultimamente no habiamos estado hablando mucho, per gracias a que mi abu se ha estado quedando en mi casa tuvimos que repartirnos los cuartos que hay en mi casa otra vez, y regresamos a la epoca en que mi hermano y yo dormiamos en el mismo cuarto (ahora en la misma cama porque solo tengo una, lo bueno es que es matrimonial ^^).

Ayer yo me queria dormir temprano (si, se que talvez esto no sea muy interesante) pero me puse a leer, cuando el llegó nos pusimos a platicar y cuando nos dimos cuenta ya eran las 3 de la mañana. Es muy divertido recordar tantas tonterias que hicimos de pequeños, tantas cosas por las que nos regañaron o cosas que hasta la fecha mis papás ni saben^^.

Como olvidar cosas como cuando rompí un vidrio de mi ventana porque estabamos escalando, cuando cortamos las sabanas porque estabamos haciendo una casa de campaña, cuando se abrio la cabeza porque estabamos jugando futbol, cuando en las noches bajabamos a escondidas a agarrar pan XD jajajajaja, cuando nos poniamos a contar los carros que pasaban "para poder dormir", cuando yo no podia dormir y el me contaba cuentos (que inventaba), cuando trataba de asustarlo contandole algo de miedo y yo era la que terminaba espantada, cuando jugabamos a golpearnos, etc.

Con el tiempo todo eso se cambio por platicas, en las que saliamos peleados a veces (porque somos bastante diferentes), en las que me regaña o lo regaño. Pero con el tiempo puedo darme cuenta de que mi hermanito ha crecido (obviamente no se va a quedar pequeño), ahora me da consejos o yo se los doy a el, las cosas que antes le decia que queria hacer y el me decia que eran una tonteria (como lo de la perfo) ya no le parecen tan mal, ahora me entiende mejor y aunque seguimos siendo muy muy diferentes tratamos de enterder al otro.

Jaaa! mi mami me lo acaba de confirmar...siii! yo lo sabia, recuerdo vagamente cuando vi a mi hermano por primera vez, no podria olvidarlo^^

Hemos pasado tantas cosas juntos, 18 años de mi vida ha estado conmigo y aunque un 60% de ese tiempo nos la hemos pasado peleando yo creo que es porque eramos niños, pero ahora que ya somos casi adultos las cosas mejoran.

Si ustedes tienen hermanos, no importa si son mayores o menores, deben de aprovecharlos, porque llegará el día en que ya no vivan en la misma casa o que por cuestiones de la vida se tengan que alejar un poco, entonces hay que aprovechar los momentos que tenemos.


Hermano sabes que te amo muchisimo!!!
(aunque se que es improbable que leas esto, casi nunca veas lo que yo te digo, me regañes, me digas que soy bien mensa, te enojes porque se mas que tu jajaja, me digas fea, me cambies, ya no quieras jugar conmigo, te pongas neuras, y tooooodo).

Gracias por leer
Chio Ovilla

Si me dieran a escoger, obviamente tu seguirias siendo mi hermano menor (que para mi siempre será el mayor)!!

7/13/2022

La rumba me llamo yo (8)

 Si en este momento me preguntaran por la última cosa que me hizo llorar tendría que responder que fue una canción...




Hace un momento escuchaba nuevamente una canción que alguna vez conocí gracias a mi cuñada, la canción se llama "La rumba me llamo yo" y no pude evitar llorar. ¿Pero por qué? la canción es bastante animada y solo con escucharla te dan unas ganas de bailar que no puedes evitar mover aunque sea una partecita de tu cuerpo al ritmo de la canción.  Justo ese es el problema ¿hace cuánto que no bailo?

Me recuerdo a mi niña de 5 o 6 años inventando coreografías para las canciones de la radio, de los cassettes, que luego le mostraba a mi hermano o mis papás. Me acuerdo de mi yo de 11, 12 practicando para cuando fuera una cantante importante y famosa, aprovechando cuando todos dormían para "ensayar" mis montajes (inventados por supuesto).

Me recuerdo a los 13, 15, 16, 17 cantando frente al espejo de mi cuarto, practicando coreografías inventadas (o sacadas de internet), mientras imaginaba mil historias, pero feliz de bailar sin importar qué. Pero llegó ese punto, en el que bailar ya no me pareció importante, en el que dejé de estar frente al espejo, de esperar a tener pareja para bailar en las fiestas y depender de lo que el otro quisiera, que dejé de querer bailar en cualquier momento y nunca me había detenido a pensarlo.





... ni siquiera una canción triste, una super super animada y bonita... curioso ¿no?

6/23/2022

La necesidad innata de la libertad

 Desde hace ya bastante tiempo quería escribir esto...



Hace ya algunos meses el caso de una chica desaparecida (una de las muchas que hay en este país) comenzó a llamar la atención de todos. Quizás era la cobertura de los medios, quizás el que sus "amigas" la hayan abandonado, quizás el que solo quería salir de fiesta, o tal vez era esa "última foto" que circulaba en redes sociales, en donde parecía tan sola, tan desprotegida y que transmitía tanto.

Por supuesto me refiero al caso de Debanhi Escobar, quien desapareció después de haberse ido de fiesta y quien posteriormente sería encontrada muerta en condiciones muy extrañas.

Desde los primeros días de su desaparición recuerdo haber escuchado la noticia, su búsqueda y todo lo que los medios compartían al respecto. Me recuerdo en el carro, estacionada afuera de la escuela en donde trabaja mi esposo escuchando en videos de noticias el caso de la joven que fue abandonada por sus amigas y cuyo "único delito" (que no lo es de ninguna forma) había sido el irse de fiesta y divertirse. Desde ese primer momento el caso me impactó mucho.

Seguí día a día las nuevas pistas, con la esperanza (porque no nos queda más que tener esperanza) de que apareciera de un momento a otro... sana, con vida. El hallazgo de su cuerpo, que más que respuestas trajo preguntas solo me hizo sentir mucha tristeza, y miedo... mucho miedo.

Vivimos en un país machista, eso ya lo sabemos. Vivimos en un contexto en el que la inseguridad crece día a día, eso también lo sabemos. Vivimos teniendo que cuidar lo que tomamos, con quién hablamos, cómo nos trasladamos, a qué fiestas vamos, etc., eso también lo sabemos. Y sin embargo, siempre he pensado que no hay justicia en vivir así. Los jóvenes necesitan salir, tienen ganas de comerse al mundo, de vivir experiencias, pero no es justo que el mundo se los coma a ellos.

Creo que en textos anteriores en este blog (en el cual desde el principio me planteé el plasmar mi vida, vivencias e ideas para poder notar mi crecimiento personal y regresar a él cuando quiere consultar "el registro" de mi vida) ya he mencionado en múltiples ocasiones que NUNCA tuve libertad en mi casa. 

Una de mis mayores quejas  con la crianza de mi padre (ya que mi mamá siempre tomó el rol de obediencia ante lo que mi papá decidiera, al menos abiertamente) es que nunca confió en mi, yo estaba atrapada en esta casa (que literalmente dibujaba como una cárcel en mi infancia), haciendo con todo esto que yo no pudiera tener relaciones sociales "normales" fuera de la escuela. 

Me explico. Cuando estaba en la primaria si tenía alguna fiesta con mis amiguitos solo podía ir si mi mamá y hermano menor me acompañaban, esto sin importar que no estaban invitados. Así que si quería tener permiso, mi mamá me hacía el favor de llevarme e irse a algún parquecito u otro lado con mi hermano. En la secundaria NUNCA tuve permisos para ir al cine, fiestas de XV años, ni nada por el estilo, ya que cada que pedía permiso para asistir mi padre solo contestaba: "Déjate de pendejadas", frase que aunque suene fuerte (y dudé escribirla tal cual en el blog) dejó una marca en mi adolescencia, una marca profunda y dolorosa (me recuerdo llorando cada vez que no me daban permiso de salir, triste ante cada invitación que ya no me hacían porque sabían que no me darían permiso). La prepa fue más o menos lo mismo que la secundaria, quizás ahí era un poco más ligero ya que en horas libres, o "voladas de clase", me escapaba con mis amigos y novio a uno que otro lugar. Y en la universidad, ya siendo mayor de edad, lo único que conseguía eran permisos para ir a la plaza de 4pm a 8pm (ni un minuto más), permisos que en mi causaban indignación ya que eran los que quizás les daban a mis amigos de secundaria o primaria hace muchos años.

Pongo todo ese contexto porque considero que es necesario para entender lo siguiente. En la universidad comencé a escaparme... sí como en las películas en donde dejas las almohadas en la cama para que crean que sigues durmiendo. 

Sinceramente todo comenzó con ayuda de mi mamá, un día en el que había planeado ir al antro (iría por primera vez en mi vida ya con 20 o 21 años de edad) mi papá decidió no viajar y quedarse en casa, lo cual, por supuesto, representaba un grave problema en mi plan. Así que mi mamá, al verme muy muy triste me propuso la idea de escaparme. El plan era sencillo, y en caso de fallo la culpa recaería solo en mi (dirían que no sabían que me había salido). 

Las escapadas se volvieron frecuentes y duraron años. Dejé de escaparme prácticamente a los 25 años.  Y aunque sabía que comprendía un riesgo grande (no solo el que me descubrieran, sino que se cruzara en mi camino alguna muy mala persona y me pasara cualquier cosa) no podía evitarlo, era la única bocanada de libertad que tenía.  Realmente en esas escapadas no hacía nada peligroso como tal, me refiero a que por ejemplo, no me ponía super ebria, nunca pude probar nada de brownies ni nada por el estilo, solo salía a platicar, bailar, comer, ver series, películas, salir con mi novio, cosas bastante "equis" que no representaban un riesgo real por el simple hecho de hacerlas.

Nunca tuve la opción de ir a una fiesta (fuera de las de la primaria) y que mi papá (porque mi mamá no sabe manejar) fuera a dejarme y a traerme, de sentir que en caso de cualquier problema pudiera decirle a mis padres, e incluso, lo que más me preocupaba de morir en ese entonces no era la muerte como tal, sino el cómo se explicarían el que estuviera muerta en algún lugar lejano en vez de encerrada en mi cuarto "como debería de estar". 

A raíz del caso de Debanhi salieron muchos comentarios de papás y mamás que decían cosas como "por eso no los dejo salir", o "llegan un minuto tarde y ya no vuelven a tener permisos", etc. Yo soy una de las pruebas en las que por más encerrados que quieras tener a tus hijxs siempre hay alguna manera. Porque estoy segura de que si mi mamá no me hubiera mostrado apoyo igual hubiera encontrado la manera de comenzar a vivir y disfrutar un poco de mi juventud. 

Quizás el no dejar salir a alguien no es una opción, quizás sería mejor volverte la persona de confianza para que cualquier cosa tus hijxs sepan que pueden contar contigo, ser quien está ahí para cuidarlos sin importar la hora que sea y que el que vayan de fiesta implique tener que ir  a dejarlos e ir por ellos sin juzgar. 

El caso de Debanhi me impactó tanto porque sentí que pude haber sido yo, y que de ser así, estoy segura que más que cualquier cosa estarían enojados conmigo, me echarían la culpa sin pensar en qué me llevó a eso, en cómo me pudieron ayudar, porque "tanta libertad que tenía" (esa frase, también dicha por mi padre, es para otra historia). 



...sin embargo, siempre postergaba el tomarme un momento para recordar y reflexionar.

1/30/2022

La importacia de llamarse Ernes... digo, de los 30

 ...


Cuando cumplí 15 años una de las cosas que más deseaba era tener una fiesta, sí, la tradicional fiesta de XV años. Muchas veces soñé con cómo sería mi vestido, qué canción bailaría, cuál sería "mi baile sorpresa", etc. Pero ese sueño nunca se cumplió, sabía perfectamente que mis papás no tenían la solvencia económica para una fiesta así (por más pequeña que la quisiera), pero también había notado que nunca hicieron ni el más mínimo esfuerzo por ahorrar para eso (obvio no sacrificaría las cubas de los fines de semana).

En fin, muchos años (diría que dos o tres incluso) me sentía muy triste por ello, enojada, frustrada, etc., cada vez que sacaba el tema con mi mamá ella me decía, a modo de consuelo, que a mis 30 podría hacer mi fiesta de XV años que nunca tuve. 

Por supuesto que me parecía ridículo, como ¿por qué a los 30 querría un vestido de princesa, bailar con chambelanes, ensayar coreografías, etc.? Para nada me quería ver como las chicas de las series de Televisa que nunca tuvieron fiesta y siendo ya señoras pasaban por todas las tradiciones que se ven bien en adolescentes. Los 30 eran importantes...

Por otro lado, cuando en la secundaria, bachillerato, e incluso universidad, nos pedían proyectarnos a futuro y realizar escritos de cómo nos veríamos en cinco, diez, o quince años, en mi mente inmadura pensaba que a los 30 tendría la vida bastante resuelta. Un trabajo estable, una familia con al menos dos hijxs, una casa y un auto, incluso pensaba en las mascotas. Y si bien estoy mejor que como están algunos otros de mi generación no estoy como pensé que estaría, al menos no en lo que durante años me parecía lo más urgente. Los 30 eran importantes...

También, desde hace algún tiempo he pensado que los 30 son la mitad de mi vida, quizás no... quizás sí. Creo que esta idea está influenciada porque las personas de 60 son consideradas de "la tercera edad" y por ello me parece que los 30 son un punto medio, un número importante. Mis padres ya están por encima de los 60, por lo que quizás este pensamiento sea una exageración pero sigue rondando por mi cabeza de vez en cuando. Cuando cumpla 60 Abelito ya tendrá 35 años. Los 30 eran importantes...

El año pasado y este año, al pensar en mi cumpleaños pasé de planes enormes, como una fiesta en la que invitaría a todos mis amigos, que fuera temática, de preferencia de disfraces, con decoraciones, un lugar bonito y rodeada de seres queridos... pero luego pensé en que la pandemia no ayudaba, no podía permitirme invertir tanto dinero en algo de ese estilo y cada vez más mis amigos se encuentran ocupados y las reuniones se han vuelto más pequeñas. 

Después pensé en un viaje, obviamente a un lugar cercano y al cuál podríamos ir mi hijo, esposo, mamá y yo, pero las cosas no se acomodaron y entre la inseguridad, pandemia, enfermedades, etc. nunca lo intenté concretar. 

Luego de eso pensé en algo aún más pequeño, sin salir de la ciudad, ir con mi esposo a un lugar a pasar un día diferente, salir, divertirnos y descansar... spoiler alert tampoco se hizo. 

Finalmente pensé en salir a cenar, cine, incluso a tomar un café y ya, pero algo que me hiciera sentir que el fin de semana previo a mi cumpleaños (nunca me ha encantado eso de festejar después ya que siento que se pierde el sentido) era un día especial, tomar fotos bonitas, no sé, algo diferente. Pero tampoco sucedió.

De manera consciente recuerdo haber sentido cómo se me rompía el corazón una vez, esa sensación explicada claramente por los Simpsons cuando a Rafita Gorgory se le rompe el corazón, y esta vez lo sentí al darme cuenta que era la única haciendo planes. Que desde la mañana sabía perfectamente qué ropa usaría, dudaba si me plancharía el cabello o no, que era la única que buscaba horarios de películas en el cine, opciones de lugares, etc. y decidí que no lo merezco. 

A mi me gusta dar regalos, me gusta hacer sentir a las personas especiales y creo que me merezco lo mismo. Para nada por el lado monetario, no pido regalos carísimos, lujos ni nada así. Pero merezco sentirme especial y no conformarme con "pues ni modos, es así", Por eso este fin de semana me rendí. Los 30 eran importantes...

En realidad el martes es mi cumpleaños, no el fin en el que escribo este post, sin embargo, como muchos de mis seres cercanos saben, ese día regreso a clases presenciales. Deberé despertar desde las 5:30 o 6:00 am para poder entrar al trabajo, por lo que seguramente no pasaré una buena noche antes (la ansiedad o lo que considero es ansiedad aún no me deja), así que será un día cansado y en el que lo único que espero es que Abelito me deje tomar una siesta en la tarde. 

Todos los 20 fueron una curva de aprendizaje, comencé esa década en la universidad, viviendo una época extraña pero en su momento muy feliz, conociendo personas, comenzando a tener mayor libertad (tomada por la fuerza). 

A lo largo de esta década comencé a salir con mi ahora esposo (justo cuando llevaba 4 meses de haber cumplido los 20), me tatué, trabajé y aprendí mucho en radio, me gradué, trabajé en una campaña, viví en casa de mis suegros, viajé a otros estados, tuve un hijo, comencé a trabajar en lo que ahora amo, me casé, me convertí en tía más que nunca, aprendí mucho de mi y a soltar algunas de mis cargas, me hice perforaciones, me volví a tatuar, compramos un auto, aprendí a manejar, y he aprendido mucho como persona. Leí mucho, aprendí mucho, lloré mucho, amé mucho, aprendí a amarme (luego no, luego ahí vamos). Los 20's en lo general fueron buenos años, pero realmente espero que mis 30's sean mejores.

Los 30 son importantes...