Hace algunos años pensaba que 5 minutos de felicidad valían 5 horas de lágrimas...
Relaciones "tóxicas" hay de distintas maneras y en distintos niveles, he tenido algunas, por supuesto que sí. Sin embargo, de la que he decidido plasmar hace poco requirió que yo estuviera en un nivel "perfecto" entre poca autoestima, sentirme muy sola y triste, y creer mucho en los chick flick.
Para este punto, quizás te preguntarás ¿por qué escribir esto ahora? a lo que fácilmente podría responder que este espacio está diseñado para que a lo largo de los años pueda regresar a él y recordar cosas que han marcado mi vida, toda historia, todo texto, etc. tiene un fondo de lo que vivía en ese momento y recordar hace que no se me olvide aquello que he aprendido con todo lo que he pasado, sea bueno o malo.
Todo comenzó hace casi 10 años, aún estaba descubriendo realmente quien era, estaba en la última fase de una relación que se volvió bastante mala y uno de mis pasatiempos favoritos era ver lo que en ese entonces llamaba "películas rosas". Siempre he sido una persona muy tímida, por lo que supongo que cuando conozco a una persona muy extrovertida llama mi atención, complementa aquello que a mi me falta en ese sentido.
Me pongo la pensar en eso, en que poco a poco con palabras bonitas y momentos como de película (literalmente) me fui enamorando, sin embargo, durante casi dos años me vi envuelta en una relación en donde yo no era valorada, en donde sentía que más que por amor estaban conmigo por necesidad, en donde a cada rato me rompían el corazón y que, además, me echaban la culpa porque las cosas no sucedían (aún tengo demasiado grabado el "te iba a pedir que fueras mi novia pero te esperé en equis salida y como no pasaste por ahí mejor regrese con la otra chica").
Porque sí, lo poco que me valoraba en ese entonces llegó a niveles de estar esperando estar con alguien que aunque a cada rato me decía lo mucho que quería estar conmigo y "lo demostraba", realmente no actuaba. No critico las relaciones poliamorosas, pero realmente no era lo que yo quería en ese momento (ni ahora), menos cuando no todas las personas estábamos enterados (abiertamente) y cuando la persona que podría arreglar la situación estaba muy cómoda de esa manera.
Mis amigos dicen que si me veía demasiado manipulada, en ese momento no lo quería ver, pero ahora a la distancia me doy cuenta de que así era. Quiero aclarar que eso no me exime de culpa, por supuesto que tenía mi ración de culpa, solo que en ese momento no lo veía de esa manera.
A una década de distancia puedo notar todas las decisiones negativas que tomé en ese entonces, me da coraje pensar en lo manipulable que era, en lo poco que valoraba el poder encontrar a alguien que si cumpliera con lo que yo necesitaba y en trabajar para ser la persona que pudiera completar lo que el otro también necesitaba. Basta ya de palabras bonitas, lo que se requería eran acciones reales en las cuales se demostrara verdadero amor.
Llegué a puntos muy por debajo de lo que soy, y poco a poco, corazón roto tras corazón roto (el mio por supuesto). Me hizo darme cuenta de que estaba enamorada de humo, una fantasía y del no querer estar sola (sin darme cuenta de que estaba acompañada pero sola, más sola que al principio). Hoy me doy cuenta de lo deprimida que estaba en ese momento, de lo necesitada de aprobación y de cómo en mi cabeza la historia solo se “complicaba” porque así el final feliz se disfrutaría más.
El día que solté me volví un poco más libre, costó mucho, y a veces siento que hay tantas cosas que no se dijeron y que me habrían ayudado a desahogarme y a, al menos, expresar todo el daño que se me hizo, que esa persona sabía lo mucho que me dolían las acciones y que aunque fingía soltar y decidirse, el seguirme buscando y diciendo cosas se contradecía con lo que expresaba.
Agradezco haber soltado, agradezco no haberme quedado ahí, ni tener una relación más formal y duradera, no me imagino lo tormentoso e inseguro que podría ser el seguir ahí.
...hoy no paro de pensar en lo ingenua que era y lo mal que estaba.
Viaje en el tiempo
